Descripción
Los vinos de crianza biológica no son habituales en Argentina, aunque los pocos que existen suelen ser interesantes. Este es uno de ellos. Elaborado con Pedro Ximénez de un viejo parral del Valle de Uco y criado bajo velo en un ánfora de porcelanato por 24 meses, da cuenta de varios puntos en común con los vinos de Jerez. De color amarillo y algo turbio, recuerda a flores blancas, miel y piel de naranja, y en boca es algo salino y tenso. Una curiosidad para tener en cuenta.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.